domingo, 30 de junio de 2024

Hannibal - Thomas Harris




La novela que traigo para despedir el mes de junio no es apta para aquellas personas sensibles y fáciles de impresionar. Se trata de Hannibal, de Thomas Harris, segunda parte de la famosa saga del icónico psicópata Hannibal Lecter. Al formar parte de una saga de novelas, es cierto que lo recomendable sería leerlas todas en orden, pero en mi caso me he permitido esta excepción puesto que he visto toda la saga de películas basadas en los mencionados libros y estaba familiarizada con la trama. No obstante me he propuesto leer los otros dos en cuanto tenga ocasión de hacerme con ambos volúmenes. 

Así pues, voy a explicar un poco quién es Hannibal Lecter y la trama de esta novela. 

El Dr. Hannibal Lecter es un inquietante personaje que nos presenta Thomas Harris en su novela El Silencio de los Corderos. Lecter es un célebre psiquiatra de Baltimore que se encuentra en prisión con numerosos asesinatos a sus espaldas con una inquietante característica común: el doctor se come a sus víctimas. Esta perturbadora costumbre le vale el apodo que se le impone en su última novela, “Hannibal el Caníbal”. En El Silencio de los Corderos, la protagonista es Clarice Starling, una joven aprendiz del FBI que se ve obligada a solicitar la ayuda del doctor para descubrir y atrapar a un asesino en serie apodado Buffalo Bill que está aterrorizando la zona de la costa este de Estados Unidos. A lo largo de la trama somos testigos de un personaje peculiar que a pesar de hallarse en una posición a priori inferior (por hallarse encarcelado), se halla en una posición de completo dominio de sí mismo y de la situación en todo momento, con capacidad de infundir terror en aquellos que le rodean incluso a través de las mamparas y los barrotes de hierro de sus celdas. Finalmente (aquí viene un pequeño spoiler para aquellos que no hayan visto El Silencio de los Corderos), el inteligente doctor logra escaparse hacia su libertad con un retorcido plan que deja detrás nuevas víctimas y una ingeniosa huida que no deja indiferente a nadie que haya visto la película alguna vez. 

Hannibal, la novela que pretendo tratar en este post, se inicia 7 años después, y en esta ocasión, Clarice Starling y el doctor Lecter comparten a partes prácticamente iguales el protagonismo. El libro se inicia con un vistazo a la vida actual de Starling, tras pasar años de su éxito de la anterior novela, y somos testigos de las dificultades a las que se enfrenta como mujer en el FBI que trata de hacerse respetar en un ambiente de agentes y jefes que la miran por encima del hombro, considerándola como alguien que tuvo un solo triunfo notorio años atrás y no ha sido capaz de evolucionar más allá. 

Cuando nos reencontramos con el personaje de Lecter, descubrimos dónde se ha ubicado tras su extravagante huida del país. Y es que un personaje tan sofisticado y culto como el sagaz doctor no podría haber elegido un sitio cualquiera para crear su nueva vida, sino que se ha instalado en lo mejor de la cuna de la cultura clásica: Italia. Concretamente, nos lo encontramos en Florencia, bajo el pseudónimo de Doctor Fell. A pesar del tiempo y la distancia que le separan de sus breves interacciones con la agente Starling, el doctor ha seguido con atención las evoluciones de Clarice en Estados Unidos. Es así como lee acerca de una bochornosa intervención policial en la que se vio envuelta la agente tras la cual el FBI la deja vendida ante los medios de comunicación. A raíz de este desafortunado golpe del destino para Starling, Lecter le envía una misiva de su puño y letra con intenciones encontradas: por un lado le reconforta por su situación, pero por otro le escribe sobre los conflictos internos que él descubrió e intuyó en Clarice. 

Pronto aparece un nuevo personaje en juego, una de las tres únicas víctimas supervivientes del psiquiatra: Mason Verger, un pedófilo homosexual al que el doctor obligó a desfigurarse y lesionarse de por vida, quedando recluido para siempre a una cama sin poder mover nada más allá de la cabeza. Este hombre pertenece a una familia extremadamente acaudalada, y está dispuesto a emplear todo el tiempo, dinero, y energía que haga falta para encontrar al psiquiatra causante de sus males y torturarle hasta acabar con su vida.

Así es como se nos presenta el planteamiento de la trama. Aparecen algunos más personajes relevantes como Barney, al que ya conocíamos de la anterior novela, o el inspector Rinaldo Pazzi, un policía italiano que empieza a sospechar de la auténtica identidad del doctor Fell y decide encargarse por su cuenta para delatar a Lecter y cobrar una jugosa recompensa ofrecida por Verger. 


La novela tiene un ritmo rápido, de lectura vertiginosa y escalofriante. Como he dicho anteriormente, no es apta para grandes sensibilidades, ya que se ofrecen repugnantes y vívidos detalles en muchas ocasiones de los vicios, delitos y perversiones de algunos de los personajes. Personalmente, no suele gustarme demasiado el terror o este tipo de crudezas, y en ciertos momentos resultaba desagradable leer ciertas perturbadoras descripciones, pero debo admitir que el libro me ha conseguido atrapar igualmente. 


La película, dirigida por Ridley Scott (director al que admiro muchísimo) y adaptada por el mismo Thomas Harris, es una maravilla cinematográfica. La recomiendo tanto como las otras dos que forman la trilogía, en su conjunto son una genialidad tanto en los elencos como en las imágenes y narrativa en general. Anthony Hopkins realiza un trabajo brillante al adaptar los manierismos y personalidad general del psicópata caníbal, aportando mucha clase a un personaje al que sería muy fácil detestar pero acabas admirando en cierto modo. 

Todo esto, junto a la presencia de magníficos actores como Julianne Moore o Gary Oldman, es garantía de una película de alto nivel.




Cabe destacar que la película tiene un final muy diferente al del libro, lo cual no es bueno ni malo, puesto que creo que ambos finales son razonables. De todos modos, personalmente me gusta más el final de la novela, el cual no voy a desvelar para no hacer spoilers, porque me parece que aunque en el mundo real sería quizás más fantástico o impensable que el de la película, es más lógico por el cariz y dirección que lleva la trama para los dos personajes. Como siempre, si habéis leído la novela y visto la película, os invito a comentar cuál es vuestra opinión respecto a este tema y cuál fue el final que más os gustó. 

1 comentario:

  1. Me produce saturninas preocupaciones tu entrada bloggera dedicada a Thomas Harris, Lecter & Starling, porque tanto en cine como las respectivas novelas, sucede lo que tú apuntas: ¡Uno acaba por admirar -en la parte oscura, pero sin llegar a aberraciones que Todos poseemos- a Lecter! No he seguido la trayectoria que tú, porque leí primero "El Silencio De Los Corderos" y vi la película del mismo nombre. Con posterioridad, cada vez que salí en pantalla grande las siguientes vicisitudes de Lecter ("Hannibal" & "El Dragón Rojo") allí estaba yo para verlas, aunque la novela de hoy, por desgracia no la he leído, pero gracias a ti que sirves de catalizador, no tardaré. ¡Todo en este imaginario me gusta!.....La Elegancia irónica y sarcástica del psiquiatra junto a su brutal inteligencia y , desde luego, su demencia incomprensible (¿qué lleva a un tipo tan encumbrado intelectualmente, acomodado en su estrato social y que no precisa meterse en líos, a padecer casi de forma voluntaria el sórdido pecado de soberbia ilimitada y canibalismo?....; la profesionalidad de Starling, sus problemas íntimos familiares superados con tesón e inteligencia; el ambiente de las películas; las frases lapidarias ("¿Qué te ha dicho Miggs El Múltiple?" o "¿Tripas dentro o tripas fuera?")... todo, como decía, me preocupa que me complazca tanto. La novela que leí yo, bien demuestra la pericia de Thomas Harris y es completísima porque en efecto describe con más detalle cosas de la inteligencia de Lecter. Desde luego no voy a tardar en leer la que expones aquí con tantísimo acierto. ¡Con esta entrada, tu bitácora se ha transformado en droga para mí de buena que es por cuánto aporta para mis iniquidades, je,je,je¡¡¡(¡es broma, no se asuste usted!) Por ser bueno -ahora hablando de las películas-los son hasta las bandas sonoras, muy concretamente cuando en "El Silencio de Los Corderos" sale la célebre "American Girl" de Tom Petty & The HeartBreakers (por cierto en un momento fundamental del comienzo de ese film)
    En fin, no encuentro palabras de lo feliz que me siento en el sótano de mi mente (¡je,jeee,je,je, ...no te sustes...!) por esta entrada que tanto bien nos hace a todo quienes somos así, más o menos (no por la parte delincuencial ni psicopática)
    Para acabar mi reflexión, decir (aunque no en relación a esta novela tan buena que pronto devoraré-¡uy, perdón, jaaa, ja,ja,ja,jeee,je,je,jooo,jo,jo,je,je! 😋-) que nuestros corderos interiores, siempre balarán un poquitín, porque la vida es eso....el balar de los corderos lechales a horas imprevistasssssss................

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Te invito a dar tu opinión.
Un saludo,
Mi Pequeña Alejandría :)

Hannibal - Thomas Harris

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