miércoles, 31 de enero de 2024

Poesía Completa - Robert Frost

 


En el post de hoy, el primero del año 2024, he decidido hablar un poco de uno de los libros que me han traído los Reyes Magos en esta ocasión. 

No he comentado esto por aquí todavía, pero entre otras muchas de las cosas que ocupan mi vida, desde hace ya algún tiempo soy estudiante de Filología Inglesa. Cuando me decidí por esta carrera, que hago principalmente por gusto, estuve considerando otras opciones dentro de las humanidades. Valoré largo y tendido opciones desde Filosofía o Historia del Arte hasta las diversas Filologías. 

Lo que me hizo decidirme concretamente por la Filología Inglesa fue mi amor por el idioma y su magnífica literatura, que siempre me ha fascinado e inspirado curiosidad. Estaba deseando toparme con nuevos autores, y descubrir el significado detrás de obras de otros que ya conocía como William Shakespeare, Oscar Wilde o Jane Austen. 


Uno de mis grandes descubrimientos fue el poeta modernista americano Robert Frost. Obviamente había oído hablar de él en alguna ocasión pero en realidad nunca me había detenido a leer ninguna de sus obras ni sabía nada sobre su estilo e historia. Fue al estar estudiando el extensísimo currículum de Literatura Norteamericana cuando di con Frost y me enamoré de su poesía.

Como disfruté tanto en su momento con todas las obras que tuve tiempo de analizar, este año pensé que ya iba siendo momento de agenciarme un buen ejemplar de su Poesía Completa. Así que se lo pedí a mis Reyes Magos y debo decir que me consta que les supuso un gran reto. Sobre todo porque yo pretendía encontrar un ejemplar en inglés, ya que considero que la mejor manera de apreciar la poesía (y realmente cualquier obra literaria) es leerla en su idioma original, y no fue cosa fácil. Pero finalmente me llegó el ansiado volumen y no puedo ser más feliz de poseer semejante tesoro.






Para aquellos que no conozcan a este prodigio, Robert Frost fue un poeta de inicios del XX, considerado uno de los grandes pilares de la poesía norteamericana. Es también el único poeta con nada menos que 4 Premios Pulitzer de poesía en su haber. 

Su estilo se caracteriza por el uso de temas cotidianos aparentemente simples en un ámbito rural, como pueden ser un bosquecillo, una tormenta, un pastor, las flores, o un viejo granero. Los poemas ensalzan la belleza de la vida humilde y tranquila, así como el valor de detenerse a apreciar lo que nos rodea dentro de su simplicidad. Además Frost emplea un vocabulario fácil de leer pero no por ello menos hermoso, haciendo que sea una poesía muy agradable a la vez que evocadora.

Dos de los poemas que más estuve analizando fueron los de “El Camino No Elegido” y “Al Pararme Junto al Bosque Una Noche de Nieve”. Ambos son de los más famosos del autor, el primero de los dos incluso es citado en la película de El Club de los Poetas Muertos, que analicé hace un tiempo en el blog. 

Estos solo son una pequeña muestra del enorme volumen literario que produjo a lo largo de su vida, pero son dos buenos poemas por los que empezar a conocer a este maravilloso poeta. Os dejo a continuación el primero, uno de mis favoritos.



AL PARARME JUNTO AL BOSQUE UNA NOCHE DE NIEVE



Creo saber de quién es este bosque.

Su casa está en la aldea, sin embargo; 

no podrá ver cómo aquí me detengo

a contemplar su bosque cubierto por la nieve.


Mi pequeño caballo debe pensar que es raro 

pararse en este sitio sin granjas a la vista

entre el helado lago y este bosque

en la noche más lóbrega del año.


Sacude las campanillas del arnés

para preguntar si me habré equivocado.

El único otro sonido es el barrido

calmo del viento y de los copos suaves.


El bosque es hermoso, oscuro y denso,

pero tengo promesas que cumplir,

y mucho que andar antes de dormir,

y mucho que andar antes de dormir.



Solo leerlo me produce una paz mental que cuesta describir. Si bien es cierto que se pierden algunos detalles con la traducción al español, se pueden apreciar numerosos detalles poéticos que no dejan indiferente al lector. La historia es bien sencilla: un hombre (posiblemente comerciante de algún tipo) acostumbrado a viajar por trabajo, se detiene en pleno viaje para admirar el bosque en el que se acaba de adentrar. Podemos interiorizar con él la inmovilidad del ambiente, casi da la impresión de que se trata de un cuadro. Hasta el propio caballo, acostumbrado a la repetición de rutinas constantes se extraña de este gesto tan poco común en el protagonista (y, cabe reflexionar, también en todos nosotros, porque ¿Quién puede afirmar que en pleno caos rutinario se detiene a disfrutar de las vistas?). 

Y como pincelada final, nos quedamos con ese verso que se repite dos veces como una especia de letanía. Se puede deducir, dado el contexto, que es posible que el protagonista se haya quedado dormido en su carruaje, por el cansancio acumulado del viaje; o quizás solo se quedará un poco más para continuar su trayecto tras esta breve parada.


Esto solo es un pequeño análisis, realmente se podría decir mucho más y también podríamos discutir mejor cada pequeño detalle, pero en mi opinión lo bonito de la poesía es que cada uno lo interprete desde su propia realidad y saque sus propias conclusiones.


Para finalizar, os recomiendo a todos que en cuanto sea posible saquéis un poco de tiempo para leer y paladear cualquier poema de Frost. Y si ya lo conocéis, os invito a compartir vuestro poema favorito y así lo podemos comentar. ¡Os leo!

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