jueves, 30 de noviembre de 2023

Holly - Stephen King

 


En el post de hoy vuelve a hacer acto de presencia en Mi Pequeña Alejandría uno de mis escritores favoritos: Stephen King. Como no puede ser de otra manera, me leí su último libro tan pronto como cayó en mis manos, y una vez más, me ha resultado complicado despegar los dedos y los ojos de las páginas. 

Holly -ese es el título del libro, así como el nombre de su protagonista- sigue las aventuras de una de las figuras creadas por el autor a lo largo de sus numerosos años publicando novelas. Holly Gibney es una detective que King presentó a sus lectores en Mr Mercedes, publicada en 2014. En esa novela (que no he leído todavía), Holly es compañera del protagonista de la misma, Bill Hodges, y a partir de entonces crean una agencia de investigadores privados llamada Finders Keepers que protagoniza unas cuantas historias desde entonces. 

Yo conocí a Holly cuando leí El Visitante, novela en la que Gibney acapara el foco principal y con la que yo conocí (y me enganché) a Stephen King, y la volví a ver en La Sangre Manda.

Así pues, Holly es una novela en la que se habla en numerosas ocasiones haciendo referencia a eventos de historias anteriores, puesto que todo influye en el temperamento de cada personaje. Por lo tanto, quizás sea recomendable haber leído las novelas previas antes de proceder con esta, pero no es imprescindible, puesto que King es inteligente y sabe que habrá mucho público que no esté al corriente de esta información o que directamente no quiera leerse otras dos o tres novelas más, así que cuando es necesario hace que los personajes mencionen eventos del pasado y clarifiquen la situación. Esto soluciona el problema, así que la única desventaja es que puede que los que no hayáis leído las otras (como es mi caso con Mr Mercedes) os llevéis algún que otro spoiler. 


La trama se ubica en una pequeña ciudad del Middle West estadounidense, cerca de Chicago, durante el año 2021. Finders Keepers está cerrada temporalmente por motivos personales de Pete Huntley (el socio de Holly) y la propia Holly (que se ha visto obligada a cerrarla a pesar de que prefiere seguir trabajando). Así están las cosas cuando Holly decide escuchar a una mujer llamada Penny Dahl que dice estar desesperada porque ha desaparecido su hija y nadie hace nada por ella. En un principio, Holly trata de no implicarse demasiado en la investigación, pero poco a poco irá descubriendo cada vez más hechos que no acaban de cuadrar, y, guiada sobre todo por un instinto y olfato detectivesco descomunal, se irá involucrando más y más hasta llegar a un punto de no retorno. Otros protagonistas muy peculiares e importantes en la historia son Emily y Rodney Harris. Se trata de un matrimonio de ancianos profesores de la universidad local que ocultan un secreto horripilante tras una fachada de buenas apariencias y logros académicos. 


Uno de los elementos más llamativos del último ejemplar de King es esta última pareja, porque, como sabremos nada más empezar el libro, resultan ser unos criminales de lo más inesperados. Porque…¿Quién sospecharía de una pareja tan encantadora y frágil como estos dos octogenarios? Y la gracia está en que desde el inicio somos testigos de sus sibilinas maneras de actuar y sus horribles ocurrencias, pero aún así es fácil imaginar lo complejo que sería para un policía o un detective relacionar a semejantes personajes con cualquier tipo de crimen. Personalmente, a mí me han resultado de lo más repulsivo, y había algunos puntos de la historia que me llegaban a revolver el estómago, cosa que es mucho decir en una novela de Stephen King, que nunca se queda corto con sus “maldades”. Además, creo que resulta más impactante la circunstancia de que los malhechores, el elemento “maligno” de la trama, en este caso no sean de origen sobrenatural, lo cual proporciona una escalofriante capa de realidad al asunto, como si se tratara de algo que verdaderamente puede suceder en el mundo real en cualquier momento.


Otro elemento muy presente a lo largo del libro es el COVID-19 y sus consecuencias sociales. Como el mismo autor explica en una nota al final de la novela, escribió la historia en pleno auge de la enfermedad en su país. La presencia del covid en la novela cambia el curso de las vidas de los personajes y por eso se menciona constantemente. Lógicamente, es la primera novela que he leído desde el inicio de la pandemia en que se habla tanto de este virus, y se me ha llegado a hacer un pelín pesado en alguna ocasión, aunque estoy de acuerdo con King en que las novelas deben reflejar la realidad que se vive en ese momento. 


Uno de los personajes que ayudan a Holly con su exhaustiva tarea es Barbara Robinson, quien, junto a su hermano Jerome, colabora ocasionalmente en la agencia de detectives. Se da la circunstancia de que a Barbara le apasiona la poesía, y sobre todo escribirla, por lo que aparecerá en varias ocasiones alguna mención a este arte dentro de la literatura y es algo que me ha gustado sobremanera.


Para terminar solo queda decir que esta novela tiene todo lo que se espera de una buena historia de Stephen King: suspense a más no poder, dos “malos” insospechados, plot twists por doquier, humanidad en cada personaje, ternura y aprecio mutuo de algunos de los protagonistas, sensibilidad por la literatura, ingenio, y muchos guiños del propio autor. Y por supuesto, se lee extremadamente rápido a pesar de ser un volumen de más de 600 páginas.

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