viernes, 31 de enero de 2025

Midnight in Paris - Woody Allen

 Inauguro la primera entrada de este año con una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Se trata de Midnight in Paris, de Woody Allen.







El argumento principal de la película gira en torno a Gil Pender, un escritor norteamericano, y su novia Inez, y las diferencias que los hacen incompatibles. Todo esto en un escenario caracterizado por las inolvidables imágenes que proporcionan las rues de París. El film hace hincapié en el carácter fantasioso e imaginativo, inclinado hacia el arte y el modo de vida bohemio de Gil, contrastado con la visión superficial y simple de Inez, que no aprecia las cosas más allá de su valor monetario. 





















La historia no se limita solo a estas cuestiones, puesto que el argumento va mucho más allá. No obstante, para aquellos que no hallan visto la película, y que no quieran sufrir un spoiler, comentaré el argumento en el próximo párrafo.


La película trata sobre un escritor californiano que se encuentra de visita en París, acompañando a su novia y los padres de esta en un viaje de trabajo de su suegro. Nuestro protagonista, Gil Pender, se gana la vida escribiendo guiones de cine, aunque su verdadera pasión, y a lo que más atención dedica, es escribir sus propias novelas, sin hacer caso de lo que le aconsejan los que le rodean. La película retrata desde un primer momento la imperfecta relación que tienen él y su novia, Inez. Él es un aspirante a novelista fantasioso y soñador, mientras que ella es una chica rica materialista y superficial. A pesar de que ambos están prometidos, muy cerca de casarse, es evidente que tienen maneras de ser muy diferentes y, posiblemente, incompatibles. Durante su estancia en París, coinciden en numerosas ocasiones con un exnovio de Inez, Paul, y su nueva pareja. Paul es un hombre pretencioso, al que le gusta ser el centro de atención en todo momento y hacerse el entendido en temas relacionados con la cultura. A pesar de su indiscutible ignorancia, habla con gran autoridad de todo lo que se encuentran las dos parejas mientras visitan París, consiguiendo así impresionar a Inez. Gil detesta a Paul, y se lo hace saber a Inez continuamente, pero ella insiste en frecuentar su compañía, que le hace sentir más sofisticada.

Una noche en la que Gil decide volver pronto al hotel después de una cena, empieza a pasear por las solitarias calles de la ciudad, disfrutando del ambiente bohemio y tratando de despejarse tras beber bastante vino. De repente, al dar la medianoche, se detiene junto a él un coche sacado de la década de los años 20, desde el cual unas personas le invitan a unirse a ellos, afirmando que se dirigen a una fiesta. Lo que sigue a continuación es la fantasía perfecta de todas aquellas personas que aman la literatura y los tiempos pasados. De algún modo, Gil se ha desplazado al París de los años 20, época dorada para la sociedad parisina, puesto que en ese periodo de tiempo del siglo pasado, se reunieron en París la mayoría de los máximos representantes del arte de diversas disciplinas: pintura, literatura, cine, baile…

Así pues, a lo largo de la película, Gil tiene la oportunidad de codearse con grandes figuras de la historia como Scott y Zelda Fitzgerald, Ernest Hemingway, Pablo Picasso, T. S. Elliot, o Gertrude Stein, entre otros.


Como ya he comentado previamente, esta película es un sueño para aquellos que aman el arte, que aprecian la cultura, y que alguna vez han soñado con viajar a épocas pasadas y conocer a sus ídolos para cruzar aunque sea unas palabras.

Dos de los elementos principales que no se pueden obviar cuando se habla de esta película son la cinematografía y la música. 







Para empezar, cabe decir que este film es fundamentalmente una carta de amor a París. Lo primero que ve el espectador al iniciar el visionado es un breve cortometraje de las calles y los lugares más icónicos de la capital francesa acompañados del espectacular Si tu vois ma mère, de Sidney Bechet, un clásico estándar del jazz. En el corto aparecen imágenes de lugares que quitan el aliento por su belleza, como la Place Vendome, la torre Eiffel, Notre-Dame, el Arco del Triunfo, etc. 








Empezar así una película es, en mi opinión, garantía de triunfo, porque automáticamente te introduce en el ambiente de las calles parisinas, de la gente francesa, del amor por la autenticidad de la ciudad. Además, establece las expectativas del espectador para el resto de la película, puesto que se mantiene la belleza de las imágenes mientras la historia va evolucionando. 


Por otro lado, y por motivos evidentes, la música que acompaña a la narración es sobre todo formada por canciones clásicas del jazz de los años 20, lo que da un aire inolvidable al desarrollo de los acontecimientos. 

Son estos los ingredientes perfectos para un éxito cinematográfico, pero además hay que sumarle la historia en sí misma, que no tiene desperdicio, así como los propios personajes. 


La narración es cómica, no hay que olvidarlo, y lo hace magistralmente, puesto que da igual las veces que veas la película, que siempre hace la misma gracia. Al más puro estilo Woody Allen, los personajes hablan rápido, son un poco torpes, tienen defectos, y es fácil sentirse identificado con ellos. 


Gil vive en su mundo, pero aprecia muchísimo la belleza que le rodea (hasta el punto que dice continuamente que le gustaría mudarse allí), se queda continuamente perplejo por los múltiples sucesos que le acontecen, y en general no tiene muchas luces. Por su parte, Inez es una chica muy guapa y rica, lo tiene todo en la vida, pero es muy superficial, dejándose llevar por tonterías y sin prestar atención a lo que de verdad importa. Los padres de Inez, dos ricos republicanos, son una perfecta caricatura del americano que viaja al extranjero sin tener demasiado interés por introducirse o amoldarse a la cultura que visitan. Particularmente cómicas son las interacciones que tienen Gil y el padre de Inez, dado que ambos son polos opuestos. 

Además de estos personajes principales, aparecen otros muchos secundarios, tantos que la película es casi coral, los cuales son escritores, músicos, bailarines o pintores de los años 20. 


Muy importante destacar también el magnífico elenco elegido por Woody Allen para la historia, con Owen Wilson como Gil y Rachel MacAdams como Inez. Además de ellos, aparecen como secundarios actores como Léa Seydoux, Marion Cotillard, Tom Hiddleston, o Adrien Brody. Resulta llamativo también lo bien escogidos que están los actores en el caso de aquellos que actúan como una de las famosas celebridades, puesto que son muy parecidos físicamente a sus personajes, logrando un resultado aún más acertado. 






Alerta spoiler nuevamente:

Lo interesante de esta película, entre otras cosas, es la manera en que afronta ese deseo salvaje que todos hemos sentido alguna vez de evadirnos y vivir en otra época “dorada”, llegando a la conclusión el protagonista, de que en realidad lo que más vale la pena es vivir tu propio tiempo, siendo capaz de romanizar tu vida, eso sí.


Para finalizar el post me gustaría haceros las siguientes preguntas: ¿Cuál sería una época a la que os gustaría viajar, incluso quedaros a vivir? Y, si fuera posible ¿A qué personaje famoso os gustaría conocer? 

lunes, 30 de septiembre de 2024

Bajo la Nieve - Helen McCloy

 



La novela de hoy es la opción perfecta si para aquellas personas que busquen una buena historia de misterio al más puro estilo Sherlock Holmes. Se trata de Bajo la Nieve, de Helen McCloy, una escritora estadounidense de misterio. En mi caso, he descubierto a esta novelista muy recientemente, cuando encontré en una librería el ejemplar de Bajo la Nieve, que ha sido reeditado en noviembre del año pasado por la editorial Hoja de Lata. 


Previo a este casual descubrimiento yo no tenía ni idea de quién era esta escritora, la cual consta con una prolífica colección de novelas inspiradas en el estilo de Arthur Conan Doyle y su mítico e inolvidable investigador, Sherlock Holmes. McCloy leía estas novelas durante su infancia, hecho que le hizo interesarse profundamente por las historias de misterio, publicando su primer ejemplar en el año 1938. Esta novela, llamada Dance of Death en inglés, es la que ahora han reeditado en Hoja de Lata con el nombre de Bajo la Nieve, y constituye la primera aparición del Holmes particular de McCloy: el doctor Basil Willing. 









El argumento de la novela gira en torno al misterioso asesinato de una hermosa joven cuyo cadáver aparece enterrado en la nieve una fría noche de invierno en Nueva York. Los encargados de la investigación serán el inspector Foyle, de la policía de NY, y Basil Willing, doctor en psiquiatría y experto en los recovecos de la mente humana. Como es de esperar en una buena novela de misterio, hay una serie de estereotipados personajes sobre los que recae el peso de las sospechas: la madrastra celosa, el amante infeliz, la envidiosa criada, el aspirante a marido… 


Sin embargo, no hay que subestimar las capacidades para sorprendernos de la escritora. Hay diversos giros de guión muy originales que alejan al lector de las propias expectaciones que se ha creado de una manera muy sorprendente. La propia autora escribió en una nota al inicio de la novela: 


“No hacen falta conocimientos científicos para resolver el crimen, más allá de los que se facilitan en el transcurso de la narración antes de llegar al desenlace” 


Aún así, en mi caso me fue imposible determinar cual fue la causa del crimen, ni fui capaz de descubrir quién era el culpable a lo largo de toda la narración, pese a mis esfuerzos. De todas maneras, no por ello es inverosímil la historia o el desenlace, de hecho creo que la autora hace un gran trabajo al hilar todas las diferentes tramas de la manera en que lo hace, logrando un final bien hilvanado que no deja indiferente al lector.


Además, a lo largo de la novela he sentido que aprendía sobre la importancia de la psicología en la investigación de un crimen, cosa que ya conocía anteriormente, pero que al leerlo en una novela tan abiertamente psicológica me ha resultado aún más patente. 

Y es que el doctor Willing asegura en todo momento desde el inicio que será capaz de desentrañar el misterio solo mediante el conocimiento de la psique humana. Sobre todo se centra mucho en la importancia de los lapsus de aquellos sospechosos a los que interroga. En diversas ocasiones estos sospechosos cometen algún desliz que revela partes clave de su identidad, personalidad, y motivaciones. 


De momento esta es la única obra de la autora que he leído, pero espero en el futuro leer algún otro volumen y seguir de cerca las evoluciones del avispado doctor y sus siguientes casos. 


Como conclusión, recomiendo a todos los que os sea posible darle una oportunidad al libro, puesto que es una lectura amena, interesante, y rápida (a mí me llevó apenas dos días). Y si acabáis leyéndolo, comentadme si habéis sido capaces de descubrir al culpable antes de que se descubra el pastel. 

miércoles, 31 de julio de 2024

Sueño del Fevre - George R. R. Martin

 


La entrada de hoy es para aquellos a los que os apetezca echarle el diente (guiño guiño) a una buena historia de vampiros. Se trata del libro Sueño del Fevre, de George R. R. Martin. Es la primera novela que leo de este célebre autor, y seguro que no va a ser la última, puesto que el estilo narrativo de Martin me ha encantado, con su pequeño punto de sentido del humor y facilidad estilística para enganchar a sus lectores. Este es uno de esos ejemplares que no puedes soltar una vez has iniciado su lectura. 

La historia se ubica en la segunda mitad del siglo XIX, en Estados Unidos, más concretamente en el territorio que atraviesa el río Mississippi. La novela se inicia en abril de 1857, en San Luis. El protagonista es Abner Marsh, un feo e imponente capitán de barcos cuya compañía naviera ha caído en desgracia tras unos desafortunados incendios en algunas de sus embarcaciones. El capitán Marsh está citado con Joshua York, un adinerado y misterioso hombre que le hace una curiosa propuesta de negocio. Ofrece todo el dinero que sea necesario para construir el barco de los sueños del capitán Marsh, además de una suma que serviría para salvar la Compañía de Paquebotes del Río Fevre, que se encuentra casi en la bancarrota. A cambio, el capitán deberá ser sumamente discreto y colaborar para que York viaje a lo largo del río con suma comodidad y tranquilidad junto a sus excéntricos amigos, sin preguntas. Marsh cede a la tentación de tan generosa oferta y pronto York y el capitán son socios a bordo de un lujoso barco que suscita la admiración de todo el que lo contempla. La embarcación, bautizada como Sueño del Fevre, es todo lo que Marsh siempre había soñado, y ahora su mayor ilusión y objetivo en la vida es convertirla en una leyenda del Mississippi, enfrentándola al Eclipse, el vapor más rápido del río. 

Paralelamente, el autor nos presenta una plantación cercana a Nueva Orleans en la que vive un noble llamado Damon Julian, junto con a un repulsivo sirviente llamado Billy Vinagre y una corte de personas que se desviven por cumplir los deseos de un amo considerablemente irascible.

En el Sueño del Fevre todo parece perfecto, pero la ambición del capitán se verá entorpecida por los francamente extraños hábitos de Joshua y sus amigos, que acostumbran a levantarse casi a la caída del sol y obligan a Marsh en diversas ocasiones a hacer pausas exageradamente prolongadas en algunos de los puertos que se van encontrando. Estas actitudes entre otras van provocando rumores entre la tripulación del barco y sus pasajeros, que acaban por estimular la curiosidad de Abner hasta que este no resiste la tentación de investigar y cuestionar a York. 

A lo largo de la travesía, ambos protagonistas han acabado por hacerse buenos amigos que se respetan mutuamente, lo que anima a York a revelar al capitán que el objetivo de ese navío no es otro que el de localizar vampiros en los territorios que circundan el río para impedir las tropelías que llevan a cabo. 


Esta novela tiene una diversa cantidad de componentes que merece la pena comentar, pero quizás uno de los elementos que más me ha gustado ha sido el vínculo que se describe entre Abner Marsh y Joshua York. 

Ambos personajes son sumamente interesantes y sorprenden por sus personalidades y forma de enfrentarse a los retos que se les presentan. 

Abner Marsh es descrito como un hombre rudo, sin apenas amistades y bastante falto de paciencia. Es el prototipo de hombre de río de la época, muy experto en su campo, con muchos años pasados encima de barcos dirigiendo y familiarizándose con la navegación del Mississippi. También lo vemos como un hombre poco culto, con facilidad para exasperarse en el trato con personas elegantes o cultivadas. Sin embargo, nuestro capitán sorprende por una inherente bondad que le ayuda a entender mejor a aquellos junto a él, así como el mundo que le rodea, por muy extraño e incomprensible que pueda ponerse todo. De este modo, Marsh era un personaje que en principio no pensé que me fuera a gustar pero al que le coges cariño muy rápidamente.

Joshua York supone todo un contraste con el capitán, siendo un hombre de mundo, distinguido, con un fino sentido del humor y gran paciencia. Es un hombre muy pálido, que viste con mucho gusto y se rodea de gente extranjera y bastante peculiar. York tiene mucho don de gentes a pesar de sus rarezas, y una enorme capacidad de comprensión que le ayuda a tratar con todo tipo de personas sin importar la situación. 

Lo que ambos personajes tienen en común, y que en mi opinión es uno de los pilares fundamentales en los que se asienta su relación, son las fuertes convicciones morales que comparten cada uno a su manera. Tanto York como Marsh se inclinan por hacer lo correcto cuando la ocasión lo requiere, aunque vaya en contra de sus intereses, y esto les hace entenderse bien. Otro elemento que supone el cimiento de su relación es el respeto que ambos demuestran al hecho de ser socios. Marsh es un hombre muy honrado y fiel a aquellos con los que hace negocios, y York no se le queda atrás. Los dos respetan mientras les es posible los términos de su acuerdo, y cuando hay algún momento en el que se ven incómodos o necesitados de romper algún punto del trato, lo hablan como personas civilizadas, recibiendo del otro una escucha activa y comprensión que no suele ser común. Iniciar su relación profesional de esta manera hace que al cabo del tiempo se vaya forjando de manera natural una amistad inolvidable y capaz de resistir los escollos más inimaginables. 

Resulta en cierto modo divertido leer las conversaciones y discusiones que surgen entre los dos, contrastando los modos impacientes y acelerados del capitán con las maneras tranquilas y tolerantes de Joshua. 

A mi parecer, esta oposición tan curiosa así como los eventos que se van desarrollando generan una amistad de lo más interesante y valiosa que me ha gustado mucho poder leer, y me deja con las ganas de haberles conocido en persona.

Por otro lado está Damon Julian, al que podríamos describir como un personaje justo al otro lado del espectro. En Julian descubrimos a un personaje ácido y amargo, pero con un toque seductor que no solo afecta a los que le rodean, si no que el propio lector se ve envuelto en su poder de atracción. 

Por último tenemos a Billy Vinagre, el sirviente de Julian. Es caracterizado como un hombre zafio de aspecto terrorífico que no se detiene en su ansia de cumplir los deseos de su amo. Está tan bien descrito por el autor que casi podemos sentir la repulsión que provoca su presencia como si lo estuviéramos viendo. 


Con una retahíla de personajes semejante, tenemos los ingredientes para una novela magnífica llena de emociones, pero eso no es todo. El ambiente de hombres de río, vapores, puertos, el río Mississippi, el río Ohio, los Estados Unidos previos a la guerra… todo son puntazos que aportan a la historia mucha más dimensión. Personalmente me ha llamado la atención la descripción que se hace de manera incidental de la esclavitud todavía vigente en la época en los estados sureños. Algunos personajes son libertos (ex-esclavos que fueron liberados por su amo) y también hacen acto de presencia puntualmente esclavos. Resulta llamativo el paralelismo que hace George R. R. Martin entre la esclavitud y la diferencia de poder entre los vampiros y las personas normales. Se abren algunos debates en el libro que son interesantes para reflexionar junto con los personajes acerca de este tema. 


Para concluir, el libro es a priori una historia de vampiros situada en el río Mississippi, pero a mi modo de verlo, es mucho más que únicamente eso. Por encima de todo es una historia de amistad y lealtad. Lo más apasionante, tal y como he mencionado previamente, es la nobleza que demuestran una y otra vez York y Marsh. Supone una descripción fascinante de la amistad, teniendo en cuenta las circunstancias, que acaba por trascender hasta los panoramas más fatalistas y que estruja las sensibilidades del lector. Hay algunas escenas que me han resultado tan bien descritas que puedes sentir la frustración y emociones de los personajes como propias. Otro de los temas de la novela, muy relacionado también con la amistad, es el del sacrificio. En numerosas ocasiones los personajes se ven obligados a sacrificar sueños, ideas, deseos, etc, en pos de un objetivo mayor. Algunos de los personajes hacen grandes sacrificios en honor a la amistad, y otros lo harán con otras ideas en mente, en mayor o menor grado, pero las que más se me han grabadas son las primeras sin duda alguna. Esta capacidad de determinar qué es aquello por lo que de verdad merece la pena hacer un sacrificio jugará un papel muy importante a lo largo del libro, con algunos de los personajes recordándolo en momentos claves: “Todos tenemos que elegir”.


Recomiendo totalmente esta novela a todos aquellos que les guste el tema del vampirismo, puesto que creo que está muy bien tratado. De hecho, la crítica describe esta novela como “Bram Stoker se encuentra con Mark Twain”, que no puede ser más acertado. Martin añade su toque personal a la temática vampírica y no da puntada sin hilo. Os invito a que la leáis y si queréis me podéis comentar cuál es vuestro personaje favorito y por qué. 

domingo, 30 de junio de 2024

Hannibal - Thomas Harris




La novela que traigo para despedir el mes de junio no es apta para aquellas personas sensibles y fáciles de impresionar. Se trata de Hannibal, de Thomas Harris, segunda parte de la famosa saga del icónico psicópata Hannibal Lecter. Al formar parte de una saga de novelas, es cierto que lo recomendable sería leerlas todas en orden, pero en mi caso me he permitido esta excepción puesto que he visto toda la saga de películas basadas en los mencionados libros y estaba familiarizada con la trama. No obstante me he propuesto leer los otros dos en cuanto tenga ocasión de hacerme con ambos volúmenes. 

Así pues, voy a explicar un poco quién es Hannibal Lecter y la trama de esta novela. 

El Dr. Hannibal Lecter es un inquietante personaje que nos presenta Thomas Harris en su novela El Silencio de los Corderos. Lecter es un célebre psiquiatra de Baltimore que se encuentra en prisión con numerosos asesinatos a sus espaldas con una inquietante característica común: el doctor se come a sus víctimas. Esta perturbadora costumbre le vale el apodo que se le impone en su última novela, “Hannibal el Caníbal”. En El Silencio de los Corderos, la protagonista es Clarice Starling, una joven aprendiz del FBI que se ve obligada a solicitar la ayuda del doctor para descubrir y atrapar a un asesino en serie apodado Buffalo Bill que está aterrorizando la zona de la costa este de Estados Unidos. A lo largo de la trama somos testigos de un personaje peculiar que a pesar de hallarse en una posición a priori inferior (por hallarse encarcelado), se halla en una posición de completo dominio de sí mismo y de la situación en todo momento, con capacidad de infundir terror en aquellos que le rodean incluso a través de las mamparas y los barrotes de hierro de sus celdas. Finalmente (aquí viene un pequeño spoiler para aquellos que no hayan visto El Silencio de los Corderos), el inteligente doctor logra escaparse hacia su libertad con un retorcido plan que deja detrás nuevas víctimas y una ingeniosa huida que no deja indiferente a nadie que haya visto la película alguna vez. 

Hannibal, la novela que pretendo tratar en este post, se inicia 7 años después, y en esta ocasión, Clarice Starling y el doctor Lecter comparten a partes prácticamente iguales el protagonismo. El libro se inicia con un vistazo a la vida actual de Starling, tras pasar años de su éxito de la anterior novela, y somos testigos de las dificultades a las que se enfrenta como mujer en el FBI que trata de hacerse respetar en un ambiente de agentes y jefes que la miran por encima del hombro, considerándola como alguien que tuvo un solo triunfo notorio años atrás y no ha sido capaz de evolucionar más allá. 

Cuando nos reencontramos con el personaje de Lecter, descubrimos dónde se ha ubicado tras su extravagante huida del país. Y es que un personaje tan sofisticado y culto como el sagaz doctor no podría haber elegido un sitio cualquiera para crear su nueva vida, sino que se ha instalado en lo mejor de la cuna de la cultura clásica: Italia. Concretamente, nos lo encontramos en Florencia, bajo el pseudónimo de Doctor Fell. A pesar del tiempo y la distancia que le separan de sus breves interacciones con la agente Starling, el doctor ha seguido con atención las evoluciones de Clarice en Estados Unidos. Es así como lee acerca de una bochornosa intervención policial en la que se vio envuelta la agente tras la cual el FBI la deja vendida ante los medios de comunicación. A raíz de este desafortunado golpe del destino para Starling, Lecter le envía una misiva de su puño y letra con intenciones encontradas: por un lado le reconforta por su situación, pero por otro le escribe sobre los conflictos internos que él descubrió e intuyó en Clarice. 

Pronto aparece un nuevo personaje en juego, una de las tres únicas víctimas supervivientes del psiquiatra: Mason Verger, un pedófilo homosexual al que el doctor obligó a desfigurarse y lesionarse de por vida, quedando recluido para siempre a una cama sin poder mover nada más allá de la cabeza. Este hombre pertenece a una familia extremadamente acaudalada, y está dispuesto a emplear todo el tiempo, dinero, y energía que haga falta para encontrar al psiquiatra causante de sus males y torturarle hasta acabar con su vida.

Así es como se nos presenta el planteamiento de la trama. Aparecen algunos más personajes relevantes como Barney, al que ya conocíamos de la anterior novela, o el inspector Rinaldo Pazzi, un policía italiano que empieza a sospechar de la auténtica identidad del doctor Fell y decide encargarse por su cuenta para delatar a Lecter y cobrar una jugosa recompensa ofrecida por Verger. 


La novela tiene un ritmo rápido, de lectura vertiginosa y escalofriante. Como he dicho anteriormente, no es apta para grandes sensibilidades, ya que se ofrecen repugnantes y vívidos detalles en muchas ocasiones de los vicios, delitos y perversiones de algunos de los personajes. Personalmente, no suele gustarme demasiado el terror o este tipo de crudezas, y en ciertos momentos resultaba desagradable leer ciertas perturbadoras descripciones, pero debo admitir que el libro me ha conseguido atrapar igualmente. 


La película, dirigida por Ridley Scott (director al que admiro muchísimo) y adaptada por el mismo Thomas Harris, es una maravilla cinematográfica. La recomiendo tanto como las otras dos que forman la trilogía, en su conjunto son una genialidad tanto en los elencos como en las imágenes y narrativa en general. Anthony Hopkins realiza un trabajo brillante al adaptar los manierismos y personalidad general del psicópata caníbal, aportando mucha clase a un personaje al que sería muy fácil detestar pero acabas admirando en cierto modo. 

Todo esto, junto a la presencia de magníficos actores como Julianne Moore o Gary Oldman, es garantía de una película de alto nivel.




Cabe destacar que la película tiene un final muy diferente al del libro, lo cual no es bueno ni malo, puesto que creo que ambos finales son razonables. De todos modos, personalmente me gusta más el final de la novela, el cual no voy a desvelar para no hacer spoilers, porque me parece que aunque en el mundo real sería quizás más fantástico o impensable que el de la película, es más lógico por el cariz y dirección que lleva la trama para los dos personajes. Como siempre, si habéis leído la novela y visto la película, os invito a comentar cuál es vuestra opinión respecto a este tema y cuál fue el final que más os gustó. 

viernes, 31 de mayo de 2024

Todos Los Hombres Del Rey - Laura Gallego

 



En la entrada de hoy voy a hablar de “Todos los hombres del Rey”, de Laura Gallego. Esta novela, publicada en marzo de este año, es la continuación del libro “Todas las hadas del reino”. Por lo tanto, si aún no os habéis leído la primera, y queréis hacerlo en el futuro, tal vez sea mejor que os saltéis la parte en que voy a describir el argumento. 



ARGUMENTO

La novela recoge la trama en el punto en que se quedó en “Todas las hadas del reino”, siguiendo a Felicia, la princesa de Vestur, tras reunirse con sus padres después de muchos años. Siguiendo la estructura de los cuentos de hadas, la historia encontró su final feliz más o menos para todos los personajes. Así pues, Felicia empieza la historia en la etapa de “fueron felices y comieron perdices”, con sus padres y Cornelio, el príncipe que le ayudó a escapar del castillo en el que se hallaba encerrada. Lo que desatará el primer conflicto es el hecho de que sus padres, los reyes Simón y Asteria de Vestur, ocultan a su hija la orden de ejecución que emiten contra su madrina. Así pues, Camelia es ejecutada sin el conocimiento de su ahijada y cuando esta se da cuenta ya es demasiado tarde. 

Tras enterarse del desafortunado final de la desgraciada hada madrina, Crisantemo, la reina del País de las Hadas, declara la guerra al reino de Vestur en venganza. Es entonces cuando Felicia y sus padres deben dejar de lado sus rencillas y tratar de unir fuerzas para defender el reino de la amenaza mágica que se les viene encima. 



Esta novela, la más reciente de Laura Gallego, cuenta con todos los elementos mágicos y clásicos de los cuentos de hadas que ya poblaban “Todas las Hadas del Reino”, o incluso más. A los personajes que ya conocemos, como Orquídea, Camelia, o Ren, se añaden otros nuevos como el Gato (uno de mis favoritos), un inquietante cuervo llamado Mork, y una caja de soldados que recuerda mucho a la historia  de “El soldadito de plomo”, de Hans Christian Andersen.







El ritmo narrativo de la historia es ágil y fácil de seguir. En todo momento se mantiene la intriga y aparecen pequeñas y sutiles pistas que nos van indicando la posible dirección de los sucesos. Resulta divertido especular sobre qué es lo que puede estar pasando o cuál podría ser la solución a los numerosos problemas que se les van presentando a los diversos personajes. 

Igual que en el anterior volumen, aunque hay una clara protagonista, que en este caso es Felicia (en la anterior era Camelia), hay gran cantidad de personajes con una relevancia tal que el lector tiene la percepción de estar leyendo una novela coral, lo que facilita esa sensación de agilidad y ritmo acelerado de la historia. 


Otro rasgo destacable de la narración es la profundidad otorgada a los personajes. En la anterior novela, Laura Gallego proporcionó esta mencionada hondura a los protagonistas de la historia. En esta, en el caso de los personajes que ya conocíamos, hemos podido observar nuevas facetas hasta ahora desconocidas, con un caso muy patente, que al menos a mí me ha llamado la atención, en la personalidad de la reina Asteria. Este factor ha sido determinante para otorgar un grado de sorpresa inesperado, puesto que no me esperaba este desarrollo en algunos de los personajes ya conocidos. 


En resumen, “Todos los Hombres del Rey” supone el colofón perfecto a “Todas las Hadas del Reino”, tanto en argumento, como en ampliación del universo que se nos presentó de hadas madrinas y cuentos para niños. 


Para finalizar, aprovecho para hacer una mención especial a la web de la autora, Laura Gallego. La descubrí por casualidad en el curso de la lectura de esta novela, y me he quedado atónita al ver lo desarrollada y bien hecha que está. Se nota que la autora aprecia a sus lectores, puesto que ha tenido a bien de realizar un apartado para cada libro y ha puesto una sección de curiosidades en cada uno de ellos. Además, consta con extensas secciones de preguntas y respuestas de todo tipo muy bien explicadas. Y la guinda del pastel, pone a disposición una dirección a la que enviarle correspondencia si los lectores lo desean, comprometiéndose a contestar a cada misiva a su debido tiempo. Personalmente considero que este es un gesto precioso y de extremada consideración para con sus fans que es muy de agradecer. Desde aquí quería plasmar mi agradecimiento y el aprecio que se merece esta muestra de cortesía. 

Midnight in Paris - Woody Allen

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